jueves, 10 de marzo de 2011

Cities and Citizenship


Think locally, F**k Globally

“…And if the county we invented will fall from grace
I guess we'll have to fly away in our own space…”
Gogol Bordello

Con todo el barullo provocado, y que aún le falta por azuzar, la globalización pone en juego ideas que de una modernidad a otra fueron derrumbadas, una de ellas es la imagen predominante del Estado-nación.
Este nuevo orden mundial implica una transnacionalización de personas, un cosmopolitismo se esparce a todos los territorios del mundo. Así se pretende se dejen abiertas las puertas a todos por parte de todos. La idea de localidad se desvanece y se levanta un gigante que pugna por el multiculturalismo, por ende, la migración de personas, protegiéndose con el supuesto de la superación del racismo a nivel global.
En México en los últimos diez años la población de extranjeros residentes en el país ha aumentado en casi un 50 por ciento, de 492,617 inmigrantes en el 2000 a 961,121 en el 2010. Ésto sin tomar en cuenta aquellos que por una u otra razón no fueron censados o simplemente tomados en cuenta.
Ese es el panorama del país, aunque resulta extraño que la Ciudad, donde debería haber más inmigrantes por razones económicas o por ser la capital, el crecimiento en el mismo lapso fue un poco más reducido, pues de unos 50,000 aproximadamente en el inicio del siglo XXI, ha aumentado casi a 75,000 habitantes extranjeros resididos en la ciudad, según datos del INEGI, en el 2010.
En realidad, el fenómeno me parece devenir en este tipo de confluencias de personas aparentemente extrañas desde un inicio. Es el choque de los estilos de vida de cada cultura que se confronta con la originaria o con las que son igualmente nuevas. Es más claro el caso del país vecino del norte, donde se da la sectorización conforme a las razas, o nacionalidades en el interior de ciudades tan supuestamente cosmopolitas, multiculturales, abiertas, y progresivas. Así, se forman los distintos barrios que cobijan ya sea a chinos, afroamericanos, italianos, y demás.
A mi parecer esta idea de ciudadanía tiene que ver con el sentimiento producido por la relación habitante – territorio, por consiguiente, en el momento cuando se encuentra un nicho dentro de ciudades hiperpobladas, donde hay una identificación entre todos los miembros de un mismo espacio. Es en este tipo de “comunidades” o barrios, donde se consigue un equilibrio entre ciudadanía y ciudad, se vuelve una masa de construcciones, de normas, y de problemas entremezclados con el factor humano que busca el mejoramiento del lugar del cual es parte.
Con este tipo de situaciones se pone sobre la mesa una de las contradicciones a sortear del mejor modo posible en las megaciudades contemporáneas, las cuales se transforman estrepitosamente, casi imperceptiblemente, en lapsos muy cortos.

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